Canonización Madre Caridad

|“El secreto de la Santidad consiste en ser así como Dios quiere, hacer lo que Dios quiere, querer lo que Dios quiere; pero solo pocos conocen este secreto”.

Beata María Caridad Brader

“Todo por amor a Dios y como Él lo quiere”

Para la Beata María Caridad Brader, esta frase resumía su programa de vida. Las Hermanas que tuvieron la fortuna de conocerla, dejaron testimonio de cómo era su forma de ser, sus palabras, su actuar, su espiritualidad y la gran mayoría la describen como un alma de oración, puesto que todo lo resolvía en la capilla: problemas, penas, las cruces que tuvo que cargar al inicio de la naciente Congregación de Franciscanas de María Inmaculada… en esos momentos, hizo acopio de fe, valor y confianza. Siempre manifestó el amor a Dios y a su voluntad.

Ella no es solo nuestra fundadora, también es la religiosa a la que todos con inmenso cariño llamaban madre, a la que siempre acudían por auxilio las comunidades de las primeras fundaciones en los departamentos de Nariño y Putumayo, al Sur de Colombia; como también en Ecuador.

Era también “madre” por su bondad, por su escucha, por su caridad y por eso; quienes fueron por ella acogidos, llevaron la noticia de que en el convento de Maridíaz en Pasto, vivía una santa. Y esas voces se siguen escuchando hoy, puesto que desde el cielo, aún ampara a quienes devotamente le oran y piden su caridad.

Testimonios de esperanza y de fe, de quienes confían en la intercesión de la Beata Madre Caridad Brader

Los cuidados de una madre que limpia heridas

María Cleofe Fajardo, de Mocoa (Putumayo), cuenta que hace unos veinte años fue sanada milagrosamente por la Madre Caridad Brader. Tras la picadura de un animal, su brazo se infectó gravemente y los médicos decidieron amputarlo. En su desesperación, clamó con fe a la Madre Caridad, y escuchó una voz que le dijo: “Si nada has pedido…”. Luego, asegura que la Madre entró con un recipiente de agua amarilla, le lavó el brazo y al instante desaparecieron el dolor y la necrosis. Su recuperación fue inmediata y causó asombro entre los médicos. Desde entonces, comparte su testimonio y anima a otros a encomendarse a la Madre Caridad. Aunque dejó constancia escrita del milagro, no conserva los documentos médicos necesarios para el proceso de canonización.

Conocer testimonio

Una visita milagrosa para fortalecer el espíritu

La Hermana Libia Inés Taborda, de las Franciscanas de María Inmaculada, fue diagnosticada en 1996 con un cáncer agresivo que le daba solo cinco meses de vida. Tras varias cirugías y quimioterapias, recibió la noticia de que su pronóstico era muy grave. En una noche difícil, sintió la visita de la Madre Caridad Brader, a quien no duda en atribuir su fortaleza espiritual. Desde ese momento comenzó a difundirse la oración pidiendo la intercesión de la fundadora. La Hermana soportó los tratamientos con la ayuda de la Eucaristía, llegando a pedir: “Jesús, sé Tú mi morfina”. Contra todo pronóstico, pudo continuar viviendo y superó los efectos más fuertes del cáncer. Treinta años después, aunque el cáncer sigue presente, ella agradece la vida y el apoyo recibido. Vive en Antioquia y considera esta experiencia como un verdadero milagro. Su fe, la Eucaristía y la intercesión de la Madre Caridad han sido su mayor fortaleza.

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Línea de Tiempo Franciscanas
Una visita milagrosa para fortalecer el espíritu

La Hermana Libia Inés Taborda, de las Franciscanas de María Inmaculada, fue diagnosticada en 1996 con un cáncer agresivo que le daba solo cinco meses de vida. Tras varias cirugías y quimioterapias, recibió la noticia de que su pronóstico era muy grave. En una noche difícil, sintió la visita de la Madre Caridad Brader, a quien no duda en atribuir su fortaleza espiritual. Desde ese momento comenzó a difundirse la oración pidiendo la intercesión de la fundadora. La Hermana soportó los tratamientos con la ayuda de la Eucaristía, llegando a pedir: “Jesús, sé Tú mi morfina”. Contra todo pronóstico, pudo continuar viviendo y superó los efectos más fuertes del cáncer. Treinta años después, aunque el cáncer sigue presente, ella agradece la vida y el apoyo recibido. Vive en Antioquia y considera esta experiencia como un verdadero milagro. Su fe, la Eucaristía y la intercesión de la Madre Caridad han sido su mayor fortaleza.

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Los cuidados de una madre que limpia heridas

María Cleofe Fajardo, de Mocoa (Putumayo), cuenta que hace unos veinte años fue sanada milagrosamente por la Madre Caridad Brader. Tras la picadura de un animal, su brazo se infectó gravemente y los médicos decidieron amputarlo. En su desesperación, clamó con fe a la Madre Caridad, y escuchó una voz que le dijo: “Si nada has pedido…”. Luego, asegura que la Madre entró con un recipiente de agua amarilla, le lavó el brazo y al instante desaparecieron el dolor y la necrosis. Su recuperación fue inmediata y causó asombro entre los médicos. Desde entonces, comparte su testimonio y anima a otros a encomendarse a la Madre Caridad. Aunque dejó constancia escrita del milagro, no conserva los documentos médicos necesarios para el proceso de canonización.

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Testimonios de esperanza y de fe, de quienes confían en la intercesión de la Beata Madre Caridad Brader

Hacia su canonización:

Queridos amigos y amigas de la Beata María Caridad Brader, hoy nos dirigimos a ustedes para que nos acompañen en el proceso de su canonización. La canonización es el fruto de un proceso de investigación sobre la fama de santidad y los milagros de la Sierva de Dios, su finalidad es que sea reconocida por el Santo Padre y declarada “SANTA”, lo cual hace de ella, un modelo de vida cristiana universal, digna a imitar por la vivencia “heroica” de las virtudes Teologales y Cardinales.

En este momento estamos en la última fase del proceso: la fase Romana, donde se requiere un MILAGRO muy bien documentado y científicamente inexplicable, que  por su intercesión Dios haya concedido a una persona. Por esta razón, nosotros, que conocemos todo el bien que ella hizo por la niñez, la juventud, los indígenas, y los más desfavorecidos. 

Estamos llamados a fomentar su devoción, para que el Buen Dios, a través de su intercesión nos conceda el milagro que necesitamos.

Oración para pedir milagro o favor por intercesión de la Beata Madre Caridad Brader

Oh Dios fuente y origen de toda santidad, bajo cuya inspiración la Beata MARÍA CARIDAD, siguió a tu Hijo Jesucristo, según el espíritu de San Francisco de Asís; estuvo muy cerca de los pobres y desheredados de este mundo y acercó hacia Ti muchas personas.

Vivió con acendrado amor a Jesús Eucaristía y a María Inmaculada; se dejó guiar por el Divino Espíritu y respondió con un sí generoso a tu voluntad. Enseñó a realizar “Todo por amor a Dios y como Él lo quiere”.

Dígnate manifestar complacencia con estas virtudes heroicas, con la que Tú mismo la has dotado y apresura la hora de su glorificación aquí en la tierra para la alabanza de tu nombre.

Concédenos por su intercesión la gracia que te pedimos … y haz que, siguiendo sus huellas, trabajemos sin descanso por la extensión de tu Reino.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

¿Ha recibido alguna gracia o favor por intercesión de la Beata Madre Caridad Brader?

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