Nuestra congregación
Fue fundada el 31 de marzo de 1893 por la Beata Madre Caridad Brader, un acontecimiento providencial cuyos antecedentes estuvieron determinados por la aceptación de la voluntad de Dios y la confianza de nuestra fundadora en su amor; así lo demuestra la siguiente línea de tiempo…

Misión
La entrega incondicional para llevar fe y esperanza a nuevas tierras.

Fundación
El nacimiento de una obra guiada por la Providencia y el amor a Dios.

Esperanza
El impulso constante que alimentó la misión, la fe y el servicio.
UNA LLAMADA DESDE EL CORAZÓN DE LA MISIÓN
En Altstätten, Cantón de St Gall en Suiza, se encuentra el convento franciscano de María Hilf. En 1887 la superiora, la Hermana Bernarda Büttler recibió una carta de Monseñor Pedro Schumacher, Obispo de Portoviejo, Ecuador; solicitando ayuda para las misiones en América.
Acogida con entusiasmo la petición, un 19 de junio de 1888 salieron del convento de María Hilf siete misioneras suizas para emprender una aventura; entre ellas, la Madre Caridad Brader, quien junto con sus compañeras avanzaba con esperanza hacia Ecuador.
Llegaron tras una travesía larga y difícil, pero con una fe inquebrantable que les permitió fundar una obra que sigue viva hasta nuestros días.
Una tierra que acoge
Después de 5 años de estar en Chone, la Madre Caridad fue enviada por su superiora a realizar una nueva fundación en Colombia, una decisión que en obediencia asumió en compañía de otras Hermanas. La Providencia Divina había marcado que su llegada a Túquerres, aquel 31 de marzo de 1893, sería el nacimiento de nuestra Congregación.
Los primeros años en Túquerres estuvieron marcados por la más impresionante pobreza; enfrentaron el frío de las tierras sureñas gracias a la bondad de la gente y a su fortaleza. Monseñor José Manuel Caicedo, Obispo de Pasto, a la que por entonces pertenecía Túquerres, autorizó la fundación de la Congregación para dedicarse a la educación de las niñas, siendo bautizado el primer colegio bajo la advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Después de un tiempo llegó a la Madre Caridad la petición para abrir una escuela en Barbacoas, una zona de grandes contrastes visitada por compañías extranjeras explotadoras de oro y habitada por afrocolombianos. El río Telembí, navegable en aquella época, fue el medio de transporte más usado. Sin embargo, por diferentes circunstancias, la obra sólo estuvo abierta en el periodo de 1895 a 1899, año en el que la comunidad se retiró con mucho pesar.
Para el año de 1897 se fundó en Ipiales el colegio y la escuela, un proyecto anhelado por los habitantes de esta ciudad y cuyo avance fue interrumpido en el año 1899 por la Guerra de los Mil Días. La Madre Caridad no se hizo esperar y cerró las aulas para acoger a los heridos de los dos bandos. Tres Religiosas mártires de la caridad murieron en aquella difícil época.
Colombia: la semilla que crece para la Gloria del Reino
Después de 5 años de estar en Chone, la Madre Caridad fue enviada por su superiora a realizar una nueva fundación en Colombia, una decisión que en obediencia asumió en compañía de otras Hermanas. La Providencia Divina había marcado que su llegada a Túquerres, aquel 31 de marzo de 1893, sería el nacimiento de nuestra Congregación.
Los primeros años en Túquerres estuvieron marcados por la más impresionante pobreza; enfrentaron el frío de las tierras sureñas gracias a la bondad de la gente y a su fortaleza. Monseñor José Manuel Caicedo, Obispo de Pasto, a la que por entonces pertenecía Túquerres, autorizó la fundación de la Congregación para dedicarse a la educación de las niñas, siendo bautizado el primer colegio bajo la advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Después de un tiempo llegó a la Madre Caridad la petición para abrir una escuela en Barbacoas, una zona de grandes contrastes visitada por compañías extranjeras explotadoras de oro y habitada por afrocolombianos. El río Telembí, navegable en aquella época, fue el medio de transporte más usado. Sin embargo, por diferentes circunstancias, la obra sólo estuvo abierta en el periodo de 1895 a 1899, año en el que la comunidad se retiró con mucho pesar.
Para el año de 1897 se fundó en Ipiales el colegio y la escuela, un proyecto anhelado por los habitantes de esta ciudad y cuyo avance fue interrumpido en el año 1899 por la Guerra de los Mil Días. La Madre Caridad no se hizo esperar y cerró las aulas para acoger a los heridos de los dos bandos. Tres Religiosas mártires de la caridad murieron en aquella difícil época.
LA ADORACIÓN PERPETUA A JESÚS SACRAMENTADO:UNA GRACIA QUE IRRADIA ESPERANZA
Pasados 34 años, el 11 de agosto de 1927 la Congregación se trasladó a la ciudad de Pasto, capital del departamento de Nariño, donde se estableció definitivamente la Casa Madre. Allí mismo se encuentra el Santuario Eucarístico de Maridíaz, lugar que cuenta con el Don de la Adoración Perpetua a Jesús Sacramentado, como una gracia concedida a nuestra fundadora bajo el pontificado del Papa Pío XI, el 22 de agosto de 1928.